Los Helechos son plantas bastante evolucionadas con un
sistema vascular bien desarrollado y con verdaderas raíces, tallos y hojas
(frondas). Se cree que las hojas han surgido en forma diferente a como lo
hicieron las de las Licopsidas. En lugar de ser emergidas del tallo, son
probablemente ramificaciones del mismo. Se piensa que un grupo de pequeñas
armas pudo disponerse en un mismo plano y los intersticios llenarse con tejidos.
Estas hojas son llamadas Megáfilos, mientras que las desarrolladas a partir de emergencias
se llaman Microfilos.
Las hojas son a veces simples, pero mas frecuentemente son
compuestas, dividiéndose en numerosas hojuelas que le pueden dar a la planta un
aspecto como de encaje. Estas hojuelas se llaman pinas. Es característico de
las hojas de los helechos su enrollamiento final que desaparece según madura la
hoja.
En algunos pocos Helechos, como por ejemplo los Helechos
arbóreos de los trópicos, el tallo es erguido y forma un tronco, pero en la
mayoría de los Helechos de zonas templadas, el tallo yace sobre el suelo o bajo
el, y las largas hojas o frondas son las únicas porciones visibles,
normalmente.
El tallo presenta epidermis de protección, tejidos de
soporte y vascular; las hojas tienen venas, colénquimas, epidermis protectora y
estomas.
El Helecho con hojas es la fase diploide y constituye el
esporofito.
Las esporas se producen en los esporangios agrupados en
formaciones llamadas soros, que se encuentran en la cara inferior de algunas
hojas o frondas. Las hojas que tienen esporangios se denominan esporofilos.
Despues de la germinación, las esporas originan gametofitos
que producen arquegonios y anteridios. Estos gametofitos o prótalos son
pequeños (rara vez tienen mas de medio centímetro de ancho), delgados y a
menudo en forma de corazón.